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Lenguaje no verbal: El sentido del tacto

¿Cómo comunicamos a través del tacto? El tacto es el primero de los sentidos que desarrolla el ser humano y nos sirve para interactuar con el exterior, tanto para percibir cosas como para comunicarlas.

Por ejemplo: podemos comunicar cariño a través de una caricia u odio a través de un puñetazo, o el típico pellizco que te da tu madre de pequeño cuando dices alguna inconveniencia (te está comunicando que es mejor que te calles…).

Pero además, el tacto es una necesidad básica. Es tan importante para el desarrollo como los alimentos, la ropa o el lugar donde cobijarse.

A principios del s.XX, el psicoanalista Rene Spitz, discípulo de Freud, descubrió que la mortalidad era menor en los niños que recibían caricias y sonrisas. Numerosos estudios posteriores lo han corroborado.

También se han realizado estudios en personas mayores. En algunos por ejemplo un grupo de voluntarios de más de 60 años de edad recibieron masajes durante tres semanas y más tarde aprendieron ellos mismos las técnicas para dar masajes a niños pequeños. Dar masajes, en lugar de recibirlos, tuvo más efectos positivos en los participantes. Los ancianos presentaron menos síntomas de depresión, menores niveles de las hormonas del estrés y se sintieron menos solos. Visitaron menos al médico, tomaron menos café y llamaron por teléfono a amigos y familiares con más frecuencia.

¿Reaccionamos entonces siempre positivamente al tacto?

Pues evidentemente si te dan un puñetazo no, pero sí que tiene efecto siempre.

Según algunos estudios, hasta los más insignificantes contactos físicos tienen notables efectos. Por ejemplo:

-Los camareros que tocan la mano o el hombro de los clientes al traerles el cambio suelen recibir más propina.

-Se hizo un experimento en una biblioteca: le pidieron a la bibliotecaria que tocara sutilmente a 20 alumnos cuando les entregara un libro (remarco: contacto sutil, de menos de 1 segundo y la persona no debe percatarse del toque), tenía que ser amable con todos pero no sonreir a ninguno.

Al salir se les preguntaba a los alumnos si la bibliotecaria fue amable, todos dijeron que sí, y si la bibliotecaria les había sonreído: 17 de los 20 alumnos dijeron que sí, aunque no lo había hecho.

Hicieron también el experimento a la inversa: le pidieron a 20 alumnos que tocaran sutilmente a la bibliotecaria. Después le preguntaron a la bibliotecaria, de tooodos los alumnos que habían ido ese día, de cuáles se acordaba, recordó a los 20 que le habían tocado.

Los toques físicos con las demás personas son anclajes positivos con los demás. Tocar es una forma de hacer que te recuerden ya que implica a nuestra parte más emocional.

 

Entonces..¿debemos ir tocando a la gente?

A ver, tampoco nos lancemos a lo loco, como los políticos, que en época de elecciones se dan baños de masas y se ponen a besar niños, a abrazar y saludar a diestro y siniestro para "contactar con el pueblo", como si no hubiera un mañana...

Hemos de ser prudentes y tener en cuanta que el contacto físico es una forma de comunicación íntima de los seres humanos y en ocasiones, tocar a otra persona puede producir rechazo, por ejemplo:

-En caso de invadir su espacio personal (si no hay confianza). Según Allan Pease, tenemos nuestros territorios delimitados, nuestra burbuja personal:

               La zona íntima (de hasta 50 cms de distancia desde nuestro cuerpo hasta la otra persona) donde se acercan los más allegados (familia, amigos íntimos, etc).

               La zona personal (de hasta 125 cms. aprox.), que es la distancia usada en reuniones, en un entorno laboral y social.

               La zona social (de hasta aprox. 2 ó 3 mts.) que es la usada con personas ajenas a nuestro entorno (ej. un carpintero que va a tu casa a instalar una estantería).

-En determinadas culturas está mal visto:

Hay culturas donde a las mujeres no se les puede saludar o no se las puede tocar. Por ejemplo: La costumbre en Birmania es juntar las palmas de las manos en señal de respeto, no están bien vistas las muestras de afecto (besos y abrazos) en público ni siquiera entre personas casadas.

Por lo tanto, aunque tocar es una forma de hacer que te recuerden, para que ese recuerdo no sea negativo, debemos tener en cuenta el contexto, la confianza, el hecho cultural, la efusividad, fijarnos si a la persona le molesta que le toquen ¿cómo?...por su lenguaje corporal...

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